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Tan raro como un hombre libre

El personaje oculta al hombre, que en el fondo es un niño con un gran público a su alrededor: unos le aman y otros le odian, pero no deja indiferente a nadie. Seguramente con él el fascismo y el comunismo, por enlazar ambos extremos, serían otra cosa; pero para unos es lo otro y para otros es lo uno: en lo que ambos bandos estarían de acuerdo es en aplicarle la supuesta descalificación de anarquista: una doctrina que le cuadra tanto como al cristo y al buda las suyas propias. Pero el personaje tampoco nos lega un movimiento, el dragonismo o cosa parecida, sino que sigue el de todos los hombres que son y han sido libres: diferentes, imprevisibles, únicos, sorprendentes. Y solitarios, lejanos, forasteros, pero con una casa abierta en cada lugar en que reina la libertad, que es una república sin presidentes ni ciudadanos, generales ni soldados, porque es el reino sin corona de los guerreros que la conquistan y, una vez conquistada, la vuelven a conquistar, porque siempre está un poco más allá, exactamente un poco más afuera. Hombres que no son dueños más que de sus zapatos, hombres que carecen de posaderas, hombres que viajan sin moverse, piensen, señores, piensen: hombres que son quienes son o no son nada y, encima, escriben, porque si no escribieran -si no leyeran- morirían de la peor muerte conocida, de la muerte en vida. Pero Dragó vive y vivirá por largos años -una mala manera de medir la vida-, y cuando por fin nos deje no será ya otro como lo hubiera sido de dejar de escribir mientras vivía, sino que será una vez más el mismo de siempre más allá del amor que le profesa el pueblo, la provación que causa entre los esclavos -tanto jefes como subordinados- y las polémicas que suscita entre quienes no saben con quién pelean. Porque ¿quién es Dragó? ¿Un fantasma? ¿Un héroe? ¿Un villano? ¿O acaso un fenómeno? Dragó es la encarnación de la fe, el entusiasmo, la pasión y el deseo: mejor dicho, Dragó es el que cree, el que afirma, el que ama. Dragó es un hombre libre que es un hombre porque es libre y es libre porque es un hombre. Qué tiempos los nuestros en los que un hombre libre es tan raro... y tan normal un borrego.

1 comentario

Uno de tantos tontos -

¿Y un "estómagoagradecido"?