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Un bluff boom yuppy (o parecido)

Nadie debe jugar con un órgano, porque un órgano es una cosa seria: de su funcionamiento depende muchas veces la vida. ¿Pero hay excepciones a esta norma? Quizás exista una: el espectáculo no debe ser real, los donantes y los solicitantes deben ser actores (y, sin embargo, no será el arte el que salve tampoco ahora el simulacro). El show debe ser una mentira, un montaje, una farsa: por una vez no es la verdad exigida a las cosas lo que lo justifique todo. Al contrario, esta vez es esta misma verdad lo que condenaría el espectáculo desde el principio hasta el fin: si sus protagonistas fueran auténticos -un verdadero demandante de un órgano para sobrevivir y unos no menos veraces ofertantes de la vital pieza- intervendría sin duda la moral y quizás hasta la ley con el fin de sancionar y tal vez eliminar de la programación (a pesar de la alta audiencia, no sólo europea sino incluso global, lograda) el inefable concurso de órganos: un tema demasiado serio como para jugar con él. Pero el espectáculo debe continuar, posee más fuerza que cualquier proscripción y, sin embargo, también enseña su debilidad: la degradante emisión era un bluff, pero un bluff bienintencionado. Al parecer la apuesta consistía en concienciar a la población -aprovechando el tremendo poder de arrastre de un medio de comunicación de masas- sobre el grave problema de la falta o escasez de donantes de órganos esenciales para la vida: ¿lo habrá conseguido nuestra santa e internacional televisión?  Pero sin duda el caso ha servido para mostrar cómo funciona aún en nuestro tiempo la sociedad: los buenos propósitos, los nobles fines, los bellos sentimientos bendicen todo y cualquier simulacro. El entretenimiento y la diversión ya tienen una función social que cumplir, una razón de ser humana, verdaderamente humana, que los legitima: ser una hermosa y moralísima mentira --como si dijéramos, un bluff boom yuppy (o parecido). Es la moral la que rescata de nuevo los productos más salvajes y característicos del arte, incluso del arte cotidiano y doméstico de la televisión.  

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