Blogia
http://FelipeValleZubicaray.blogia.com

La madre de la prostitución es la política

La cárcel es un lugar que hay que llenar de presos que si entran inocentes ya saldrán culpables, pues en principio todos somos vírgenes y por fuerza ha de haber entre nosotros prostitutas, ya que no todos somos sabios: las unas son tanto más honestas cuanto más atrevidas son las otras. ¿Qué puede suponer que entre estas últimas haya de vez en cuando una oveja blanca? Negra ha de estar ya a estas alturas, pues si no ocupa el lugar del culpable rellena en cambio con largueza el del preso y hasta puede cumplir una función ejemplarizante: un inocente entre rejas refuerza la idea de que con los demás hemos hecho justicia. La imagen es perfecta: él es el que debería estar entre nosotros, porque es como nosotros inocente y su lugar es la calle en la que por una vez y sin que sirva de precedente hay sin embargo uno de ellos. El delincuente está entre nosotros los honrados: ¿puede caber más desorden, injusticia y caos? Nosotros y ellos revueltos y oculto el sistema de producción de unos y otros, hombres de bien y delincuentes, pacíficos ciudadanos y criminales hijos de su maldita madre. Los culpables están dentro y los inocentes fuera y hasta que no cometemos un error la verdad no respira tranquila: la naturaleza ha creado el poder, que no es obra de los hombres ni mucho menos de nosotros los inocentes. La madre de la prostitución es, sin embargo, la política, la lucha por el poder, la creación de dominio: pero quizá ya ni un símbolo queramos entender.  

0 comentarios